sábado, 13 de abril de 2019


AMOR
El eje central de la Semana Santa

No quiero caer en la tentación de resumir el calado de la Semana Santa en una sola palabra. Sé que se trata de un objetivo llamado al fracaso. Es tal la riqueza de estas jornadas próximas que puede parecer reduccionista resumir en un palabra todo su sentido.
Sin embargo, también es verdad que la palabra no es una palabra cualquiera.
Se trata de un vocablo único: Amor. Ni más ni menos. Y no me parece reduccionista ponerse como objetivo principal descubrir, y vivir, la presencia del Amor en su máxima expresión a lo largo de los días de la Semana Santa. Si fuéramos capaces de hacerlo… la Semana Santa se habrá convertido en una maravillosa experiencia de encuentro con Dios-Amor y con los Hermanos-Prójimos.
Amor en las personas que “alfombran” la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a pesar de que no era nada fácil posicionarse a favor del Nazareno y mucho menos gritar: “¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor!”.No estaba el ambiente en las esferas políticas y religiosas como para andar proclamando la realeza de Jesús. 
Amor en la Cena de despedida con sus “compañeros de fatigas”, Amor al ver a un Jesús que se arrodilla y lava los pies a sus discípulos, Amor de un Jesús que insiste en quedarse con nosotros a través de un poco pan y una copa de vino, Amor a Dios Padre al cumplir su voluntad, no sin momentos de angustia en el Monte de los Olivos,…
Amor que es necesario descubrir en los lamentos de Pedro al reconocer su negación al cantar el gallo por tercera vez o en las lágrimas de las mujeres de Jerusalén que son espectadoras activas en las caídas de Jesús bajo el peso de la Cruz. El Cirineo, la Verónica, María Magdalena, Juan,…
Amor expresado con lágrimas en los ojos de una Madre que ve la injusticia que están haciendo con su hijo en un juicio amañado, torturas incluidas, y cuyo camino es, irremediablemente, la subida al Gólgota.
Amor, sin muchas palabras pero cargado de contenido, de un Jesús que desde la Cruz nos deja a María como Madre nuestra. También tuya y mía. Amor confiado en un Padre al que grita: “En tus manos encomiendo tu Espíritu”,…
Amor, en su máxima expresión, de un Dios Padre, tantas veces presentado por Jesús, que no abandona a su hijo y que hace posible su Resurrección, la Resurrección de todos sus hijos, como prueba ineludible de su compromiso de Amor Infinito a toda la Humanidad. ¿Acaso no es una manifestación inmensa de Amor la apuesta de este Dios de la Vida?
Un Amor que nos libera de la muerte y, por supuesto, de todas las demás cosas que no nos dejan ser felices. De todas esas “mochilas” que nos vamos poniendo, y nos van poniendo, y hacen que nuestro caminar sea pesado, cansino y nada atrayente.
Paree que tras la Resurrección de Jesús, debiéramos saber vivir desde ese Amor Liberador que nos haga sentirnos felices desde que ponemos el pie en el suelo a las mañanas hasta que nos acostamos. Amor que ha de convertirse en el eje sobre el que pivotar nuestras ilusiones y esperanzas, nuestros esfuerzos y fracasos,...
Amor en tantas personas sencillas y en tantos pueblos que estos días son capaces de expresar ese sentimiento de mil y un maneras: celebraciones, procesiones, cantos, trompetas y tambores,... Vestidos para la ocasión,… tradiciones gastronómicas o bailes propios de estas fechas.
No es posible agotar el listado de todas las manifestaciones de Amor que, de una manera u otra, vamos a tener la oportunidad de disfrutar a lo largo de esta Semana Santa pero sí quiero aprovechar la ocasión para invitaros a que pongamos todo lo necesario para gozar, para no repetir sino actualizar, para “sacar todo el jugo” a estos días tan especiales,… para crecer en nuestro Amor a Dios y en el Amor a los hermanos.
¡¡¡Feliz Semana Santa 2019!!!





1 comentario:

  1. Como bien dices, es prácticamente imposible reducir el significado de la Semana Santa a una sola palabra. Pero la elegida es sin duda la mas acertada. Dios es Amor, como decía Benedicto XVI en su Encíclica. Que esta semana sea vivida con fe y verdadera alegría, renovándonos por dentro. Huyamos de la rutina y escuchemos el Evangelio como si fuera la primera vez. Siguiendo las sabias palabras de Santa Teresa de Jesús; "Nada te turbe, nada te espante. Quien a Dios tiene nada le falta. SOLO DIOS BASTA. ¡¡¡ FELIZ SEMANA SANTA A TODOS!!!.

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