miércoles, 14 de agosto de 2019

TERNURA, CARIÑO Y HUMILDAD



TERNURA, CARIÑO Y HUMILDAD
A propósito del 15 de Agosto


“Cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes.” (Papa Francisco. “Evangelii Gaudium”, nº 228)

Aprovecho la gran Fiesta de la Asunción de María a los cielos para pregonar a María como Madre y  compañera de camino en nuestras luchas de cada día.
Fiesta en la que María es celebrada como Patrona de tantos y tantos pueblos a lo largo de la geografía aprovechando la titularidad de la Parroquia, el ambiente vacacional,... “Fiesta grande” la llamamos la mayoría de los mortales, como “Solemnidad” la cataloga el lenguaje litúrgico,… en definitiva, poca gente se atreve a poner en duda que el 15 de agosto es Fiesta.
Una Fiesta que tiene como centro a María asunta a los cielos y a la que estamos invitados a celebrar todo aquello que recibimos de una Madre como ella. Una Fiesta para recostarse plácidamente en su halda, recibir su cariño mientras le agradecemos su presencia siempre alentadora para caminar sin descanso y sin dejar de sentir sus “ojos misericordiosos” en los momentos de dificultad.
Fiesta en la que pregonamos la gratuidad de su presencia que hace emerger un sentimiento profundo de gratitud, de alegría, que compartimos con los creyentes del mundo entero.  Fiesta popular, Fiesta familiar, Día de la Madre (más que la fecha marcada por las cadenas comerciales), Fiesta del pueblo, Fiesta,…
Día, por tanto, de compartir alegrías, expresar admiraciones, regalar miradas cargadas de sentimientos,… y día también de “conocerse” un poco mejor, de abrirnos a lo que ella nos ofrece, lo que de ella recibimos y lo que nosotros hemos sido capaces de ofrecerle.
Día para volver a “creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño” y  expresar sin miedo a la equivocación que “la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes”, como nos recuerda el Papa Francisco en este texto que me apetece “Compartir sin prisa” con vosotros y que bien podría convertirse en un punto de reflexión con motivo de esta Fiesta mariana por excelencia.
La humildad, la ternura, el cariño… parece que tienen perdida la batalla en nuestra realidad en confrontación evidente con el poder, el dinero, la fuerza,… y sin embargo hoy es un día apropiado para expresar nuestra confianza en esas tres actitudes de vida como eje vertebrador de nuestro mundo por encima de la carrera por el consumo y la búsqueda del bienestar de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos.
Celebremos Fiesta grande en esta jornada y aprovechemos para expresar de la manera que nos sea más fácil que el camino por el que apostó María no ha perdido ni un ápice de actualidad a pesar de los tiempos transcurridos.
El Papa lo define como “revolucionario” y todos sabemos que lo que así es valorado lleva dificultades consigo que deberemos superar admirando a Jesús en la Cruz, sintiendo el Amor de un Dios-Padre que nunca nos falla y recostados en la halda de María, nuestra Madre.
Que así sea.