Me
gustaría tener la oportunidad de poder tomar un café con tranquilidad con
algunas de las personas que han optado por caminar por territorios enfangados,
que han elegido ir pisando barro todas sus vidas, que han abandonado los
caminos firmes que les indicaron sus mayores para enfangarse por atajos cuyo
final ya saben que no les llevará a vivir felices. Ya sé que no van a tener
tiempo para tomar ese café conmigo pero eso no quiere decir que no exprese mi
deseo de charlar despacio con alguno, o algunos, de ellos.
No
me refiero a las personas que tienen fallos en sus vidas, no me refiero a las
personas que quieren hacer el bien aunque a veces se equivoquen, no me refiero
a quienes les gustaría hacer mejor cada una de las cosas que hacen cada día, no
me refiero a quienes son conscientes de que se han equivocado y que están
dispuestos a intentar, una y otra vez, poner los medios necesarios para este
mundo sea un poco mejor y se note en sus relaciones familiares y con sus amistades.
Con este tipo de personas me encuentro todos los días y disfruto con ellos y me
siento parte de ellos.

Me
gustaría porque quisiera escuchar los motivos profundos, no los que “enseñan”,
para haber optado por ese tipo de vida. Y, más que para escucharles, me
gustaría preguntarles cómo es posible que alguien opte por no poder “descansar
en paz” noche tras noche. Preguntarles quiénes son y cómo valoran a sus
“hermanos” y congéneres para que los ninguneen y no les importe qué va a ser de
sus vidas y los vean únicamente como “herramientas maltratables” a disposición
de sus insanos deseos. Preguntarles por personas con cara, nombre y apellidos
que sufren y mueren por sus caprichos. Preguntarles por…
Y
además de hacerles muchas preguntas que hace tiempo rondan ”en mis adentros”
también me gustaría hacerles una oferta de vida diferente.

Me
gustaría que tuvieran una experiencia de alegría profunda, de bienestar
absoluto, de “dormir en paz”,… de sentir cómo en la misma medida en la que van
vaciándose sus “alforjas” cargadas de podredumbre, en la misma medida, van
sintiéndose más a gusto consigo mismos y con el mundo que les rodea. Solo
quisiera que tuvieran una experiencia real de lo que es vivir feliz y en
compañía de los demás. Una sola experiencia.
Ya
sé que soy bastante ingenuo, incluso soñador, pero permitidme que no pierda la
ilusión de poder recuperar la felicidad de quienes no pueden ser felices, o
mejor dicho, de quienes se empeñan en no ser felices e insisten en no dejar ser
felices a los demás.
Es cuestión
de un café…
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