miércoles, 14 de agosto de 2019

TERNURA, CARIÑO Y HUMILDAD



TERNURA, CARIÑO Y HUMILDAD
A propósito del 15 de Agosto


“Cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes.” (Papa Francisco. “Evangelii Gaudium”, nº 228)

Aprovecho la gran Fiesta de la Asunción de María a los cielos para pregonar a María como Madre y  compañera de camino en nuestras luchas de cada día.
Fiesta en la que María es celebrada como Patrona de tantos y tantos pueblos a lo largo de la geografía aprovechando la titularidad de la Parroquia, el ambiente vacacional,... “Fiesta grande” la llamamos la mayoría de los mortales, como “Solemnidad” la cataloga el lenguaje litúrgico,… en definitiva, poca gente se atreve a poner en duda que el 15 de agosto es Fiesta.
Una Fiesta que tiene como centro a María asunta a los cielos y a la que estamos invitados a celebrar todo aquello que recibimos de una Madre como ella. Una Fiesta para recostarse plácidamente en su halda, recibir su cariño mientras le agradecemos su presencia siempre alentadora para caminar sin descanso y sin dejar de sentir sus “ojos misericordiosos” en los momentos de dificultad.
Fiesta en la que pregonamos la gratuidad de su presencia que hace emerger un sentimiento profundo de gratitud, de alegría, que compartimos con los creyentes del mundo entero.  Fiesta popular, Fiesta familiar, Día de la Madre (más que la fecha marcada por las cadenas comerciales), Fiesta del pueblo, Fiesta,…
Día, por tanto, de compartir alegrías, expresar admiraciones, regalar miradas cargadas de sentimientos,… y día también de “conocerse” un poco mejor, de abrirnos a lo que ella nos ofrece, lo que de ella recibimos y lo que nosotros hemos sido capaces de ofrecerle.
Día para volver a “creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño” y  expresar sin miedo a la equivocación que “la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes”, como nos recuerda el Papa Francisco en este texto que me apetece “Compartir sin prisa” con vosotros y que bien podría convertirse en un punto de reflexión con motivo de esta Fiesta mariana por excelencia.
La humildad, la ternura, el cariño… parece que tienen perdida la batalla en nuestra realidad en confrontación evidente con el poder, el dinero, la fuerza,… y sin embargo hoy es un día apropiado para expresar nuestra confianza en esas tres actitudes de vida como eje vertebrador de nuestro mundo por encima de la carrera por el consumo y la búsqueda del bienestar de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos.
Celebremos Fiesta grande en esta jornada y aprovechemos para expresar de la manera que nos sea más fácil que el camino por el que apostó María no ha perdido ni un ápice de actualidad a pesar de los tiempos transcurridos.
El Papa lo define como “revolucionario” y todos sabemos que lo que así es valorado lleva dificultades consigo que deberemos superar admirando a Jesús en la Cruz, sintiendo el Amor de un Dios-Padre que nunca nos falla y recostados en la halda de María, nuestra Madre.
Que así sea.

viernes, 28 de junio de 2019

RICOS GENEROSOS

“El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra generosamente, generosamente cosechará. Cada uno dé como haya decidido su conciencia: no a disgusto ni por compromiso; porque al que da de buena gana lo ama Dios. Tiene Dios poder para colmaros de toda clase de favores, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, os sobre para obras buenas.
Como dice la Escritura: «Reparte limosna a los pobres, su justicia es constante, sin falta.» El que proporciona semilla para sembrar y pan para comer os proporcionará y aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha de vuestra justicia.
Siempre seréis ricos para ser generosos, y así, por medio nuestro, se dará gracias a Dios.” (2Cor. 9,6-11)

Este trocito de la Carta a los cristianos de Corinto me parece que habla de algo que es demasiado actual como para pasarlo por alto: “sembrar generosamente para cosechar generosamente”. Puede parecer que coincide con una de las “máximas verdades” de la economía de mercado, de la sociedad del consumo, de la locura de la producción de nuestro mundo,... Siempre más, siempre mejor,... producir más, para sacar más rendimiento, para engordar los números de la cartilla, para poder volver a sembrar más,... y así hasta el infinito por encima de todo impedimento que se ponga por encima.
Lo que narra la Carta no parece estar muy lejos del objetivo perseguido por una parte importante de nuestro mundo que no es otro que entrar en ese club exclusivo de unos pocos llamados “ricos” y que por serlos desean convertirse en personajes influyentes, encumbrados,... “seres superiores”, en definitiva.
Sin embargo, conviene no equivocarse. La alocución de Pablo no concluye con la invitación a “sembrar más para cosechar más”, en puro lenguaje “comercial”. El objetivo propuesto por Pablo para toda cosecha abundante no es otro que el de “seréis ricos para ser generosos, y así, por medio nuestro, se dará gracias a Dios”.
Nuestras “siembras”, nuestros esfuerzos, nuestras luchas y nuestros desvelos, según Pablo, adquieren sentido al compartirlos “con generosidad” y, también importante, que a todos nos haga vivir desde la acción de gracias a Dios. Almacenar, llenar “bodegas”, buscar sólo números positivos como objetivo central, utilizar nuestros logros para creernos “seres superiores”,... dejan sin sentido nuestras buenas actitudes, vacían de contenido nuestros esfuerzos y nos sumen en actitudes que ahogan nuestra alegría.
Y si esto es así, o así lo leo yo, debiéramos dedicar un tiempo a mirar con estos ojos de Pablo algunos aspectos de nuestra vida diaria. También, por supuesto, realidades de nuestra manera de vivir la fe y del caminar de nuestra Iglesia. Por ejemplo, podemos aprovechar este texto de la Carta a los Corintios para hacer una revisión pausada de este Curso pastoral que estamos cerrando.
Parece que la pregunta central de esa evaluación debiera ser cuestionarnos si lo que hemos trabajado, lo que hemos programado, realizado, evaluado,... ha sido una herramienta válida para vivir desde “la acción de gracias a Dios”.
En la mayoría de nuestras realidades, también en la Iglesia, tenemos la tentación de detenernos en exceso en “cuánto hemos cosechado”, “cuánto hemos hecho bien”, “qué hemos de eliminar para conseguir una cosecha generosa”, “cuánto vamos a sembrar el año próximo”,... y dejamos poco espacio a la pregunta que nos debiera ocupar más reflexión y oración: ¿a quiénes ha llegado la Buena Noticia de Jesús?,  y la segunda parte, no menos importante, ¿eso nos ha provocado vivir desde la acción de gracias continua a Dios?
Es entendible caer en la tentación de “valorar” los números, de regodearnos de nuestras exquisitas planificaciones y la satisfacción por haber acertado en los recursos utilizados,... pero la cuestión final, aprovechando este trocito de la Palabra de Dios, es clara y poco discutible: ¿somos “ricos para ser generosos”?
El termómetro de toda evaluación paree que debiera ser: quien vive a mi lado, quien se acerca a la Parroquia o a los grupos de la misma,... ¿se ha sentido lanzado a vivir desde una actitud de acción de gracias a Dios?

viernes, 7 de junio de 2019

UNA EXPERIENCIA FESTIVA
Fin de Curso de Catequesis

Los incansables que aguantaron hasta el final de la Fiesta
El miércoles pasado tuvo lugar la Fiesta de Fin de Curso de la Catequesis en San Pedro de Lamuza (Laudio/Llodio). Una Fiesta novedosa para mí puesto que era la primera ocasión que participaba de la misma.
Realmente fue una tarde festiva para todos los que quisieron sumarse a ella. Fiesta que comenzó en la Parroquia con unos cantos para darle gracias a Dios por el camino compartido en este Curso y una sencilla oración que hicimos juntos chavales, padres, alguna amama que acompañó a los nietos,… y que tuvo su continuación junto a Elizkide con juegos populares y un siempre “triunfador” vaso de chocolate con unos bizcochos.
Una tarde para disfrutar con los chavales como protagonistas y también con las familias que han sido el eje sobre el que ha pivotado la experiencia catequética.
Ambiente relajado, un poco de música de fondo, juegos tradicionales, implicación de las/los catequistas y colaboradores en la preparación y en el buen desarrollo de todo lo sucedido durante la tarde,… Un rato en el que creo que todos disfrutamos y, por tanto, objetivo cumplido. Una experiencia más, para pequeños y  también mayores, de que ser seguidor de Jesús debe lanzarnos a vivir con una sonrisa en la boca y cómo en compañía de otras personas es mucho más fácil de conseguirlo.
Mientras gozaba viendo cómo jugaban con los globos o cómo se esforzaban en la típica carrera de sacos o se sucedían los trompicones tras el esfuerzo de la soka-tira o se embardunaban con tizas de mil colores (pobres lavadoras) o… me preguntaba si es realmente cierto que los pequeños están enganchados a las pantallas más modernas o si lo que necesitan son oportunidades de jugar en grupo, de aprender a correr delante o detrás del que quiere explotarte el globo que tienes atado a tu pierna.
No vi a ningún chaval pidiendo el móvil de su ama, ni tampoco preocupado si tenía suficiente batería el último patinete “super-mega-moderno”. No vi a ninguno que estuviera frustrado porque se le había enganchado la pierna al saltar a la comba o se le había caído la pelota de la cuchara en el recorrido propuesto.
Tal vez me equivoque pero me dio la sensación de que las reacciones, los gestos, las risas y los enfados de los más pequeños, insisto, de los peques, no han cambiado demasiado en las últimas decenas de años. Había chavales de diferentes cursos, de diferentes colegios, de diferentes grupos de catequesis y otros que no han participado en dichos grupos,… Ningún problema.
Cuando ellos son los protagonistas, cuando se les ofrece un espacio de compartir juegos, cuando se les deja ser lo que son, chavales,… ello se entienden, ellos se organizan, ellos se enfadan y ellos entablan amistades,… No es tan complicado. Es… como siempre. 
¿Puede ser que seamos los adultos los que hemos cambiado tanto que queremos que sean como nosotros sin dejarles ser… niños/as? ¿Será que les queremos hacer “pequeños adultos” sin dejarles ser “únicamente pequeños”? Tal vez convenga darle una vuelta a este tema.
Lo que sí sé es que si la semana que viene les volvemos a convocar a otra “fiestuki” similar… pocos faltarán.
Muchísimas gracias a todos que lo habéis hecho posible. ¡¡¡Repetiremos!!!

sábado, 1 de junio de 2019

“Cuento con vosotros…”
A propósito de la Fiesta de la Ascensión

Jesús contestó: «… Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.»

Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista.
Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
«Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?
El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»
Hechos de los Apóstoles 1,7-11     

Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?”, les dicen los “hombres vestidos de blanco” a los discípulos de Jesús.
Hoy se repite la pregunta pero... para personas vestidas con “ropas de colores”: ¿Qué hacéis mirando al cielo? Pregunta dirigida hoy a la Iglesia de Jesús, al grupo de seguidores de Jesús que insisten en encontrar a Jesús en el cielo, en el espacio, en la estratosfera,… ¡¡¡Que nooooo!!!


Que nuestra misión no es quedarnos absortos “mirando al espacio sideral” sino proclamar la necesidad de encontrarnos con el Dios que camina codo a codo en nuestras luchas diarias. Conocerlo en la escucha de su palabra, descubrirlo en el dolor de quienes sufren, amarlo como amigo que nunca falla, ser agradecido por lo que nos regala y ser generosos en nuestras ofrendas, celebrar su presencia en compañía de quienes también lo conocen,…
Mirando al cielo” no lo vamos a encontrar. Podremos estar “plantados” mirando y rebuscando que no lo vamos a encontrar  y terminaremos haciéndonos un “ídolo” a nuestra medida para justificar el tiempo dedicado a intentar encontrarlo “escondido tras las nubes”. Mirando y mirando lo único que vamos a conseguir es que nos entre una molesta tortícolis que terminará haciéndose crónica y sin remedios adecuados para su curación.
Es cierto que mirar a los “ojos de la realidad”, sentir el dolor de los demás, escuchar los gritos, casi siempre “silenciosos”, de quien sufre, sentir la impotencia de no poder convertirte en “salvador puntual”, no encontrar la luz necesaria para afrontar la dificultad diaria, sentirte demasiado solo en la lucha con los grandes “triunfadores” de nuestra sociedad,… no es una experiencia ni fácil ni agradable.
Sin embargo,... un poco de paciencia. “Cuando el Espíritu descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos…”. No penséis que nos vamos a quedar solos. Si así fuera el resultado sería muy fácil de acertar. Si nos empeñamos en confiar sola y exclusivamente en nuestras habilidades, en nuestras cualidades y potencialidades… entonces las “casas de apuestas” cerrarían por quiebra en unas pocas horas.
Jesús confía en ti y en mí. Nuestra incapacidad es evidente para el “encargo” realizado pero si ni tú ni yo no nos dejamos llevar y nos empeñamos en soplar contra el viento del Espíritu… entonces nos encontramos con la realidad de Iglesia y de sociedad que no hace falta describir en sus detalles.
Fiesta grande por la confianza de Jesús en cada uno de nosotros y en nuestra Comunidad, Fiesta grande porque nunca nos va a fallar su apoyo, Fiesta grande porque no es un encargo individual sino comunitario,… ¡¡¡¡¡FIESTA GRANDE!!!!!

sábado, 25 de mayo de 2019

“Vosotros sois mis amigos…”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Este es mí mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros».
                                                                                                          Juan (15,12-17)

No es muy habitual que escuchemos en estos tiempos frases de este tipo. No nos solemos atrever a decir que “tú eres mi amigo”… como para decir que “vosotros” pertenecéis a mi lista personal de amigos. Parece una afirmación aventurada para los  tiempos que corren.
Sin embargo, suena muy bien. Que alguien diga que estás “en su lista “ de amigos, que no eres el único sino uno de sus amigos… pero que puedes contar con Él y Él cuenta contigo… La verdad es que suena muy bien. Suena bien porque eso de estar en su lista parece un privilegio y, además, te da acceso a ser amigo de otras personas de esa misma lista.
Debo admitir que a mí me produce una gran alegría escuchar esas palabras de Jesús recogidas en el Evangelio de Juan.
Saber que cuentas con la amistad del Hijo de Dios, del Salvador,… ciertamente es motivo de pleno gozo.
Además, sabiendo que Él ha tomado la iniciativa. No es que yo me haya ganado su amistad sino que Él me ha buscado, me ha encontrado y me ha anotado a su lista particular. Parece obligado hacer el esfuerzo para no salir nunca, ni por ningún motivo, de esa lista maravillosa. En cuestión de amigos, de amigos de verdad, no se pueden perder oportunidades porque tampoco se encuentran amigos todos los días del año.
Es verdad que como toda amistad es preciso cuidarla, mimarla, alimentarla,… para que vaya creciendo y para que no se desvirtúe por pura inanición y termine como “lo que pudo ser y no fue”.
Y no es menos cierto que la amistad de Jesús exige que “haced lo que os mando”. Menos mal que es fácil el “examen”. Tan solo hace falta amar. Tampoco es demasiado complicado. Todos tenemos experiencia de amar a alguien y todos tenemos experiencia de sentirnos queridos por alguien y, por tanto, ya sabemos de lo que nos habla nuestro amigo Jesús.
Y para “no desvirtuar” demasiado este trozo del evangelio que hoy os propongo leer despacio, termino con la consecuencia de la amistad de Jesús: “os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca”.
Al parecer no estamos en la lista de Jesús para sestear, para sacar "diploma de honor de holgazán", para “sacar pecho” de que tengo un amigo “famoso”, para… sino para dar fruto, para que se note que su amistad me hace apostar por la justicia, por la paz, por la fraternidad, por los pobres y olvidados, por la libertad de todos por igual, por el amor incondicional a todos, por la felicidad de quien me rodea, por…
Amar para dar fruto, para ser más feliz y para que mi amistad con el que me eligió se haga cada día un poco más grande y se renueve cada mañana. No es un mal plan… creo yo.

sábado, 27 de abril de 2019

JORNADA DE REFLEXIÓN
¡Es verdad que viene bien!

Viene bien un poco de silencio de mensajes que necesitan ser depurados antes de ser absorbidos para no terminar con una indigestión. Todas horas parecen ser buenas, todos los lugares los apropiados, sobre cualquier tema siempre hay muchos equivocados o farsantes y uno solo el afortunado adalid de la verdad.
Es verdad que viene bien un poco de reflexión y, sobre todo, viene bien el silencio porque llegan a ser demasiado repetitivas las voces de “las dos docenas” de personas que parece que concurren a las urnas. Haces memoria de las personas a las que has escuchado su programa, sus aspiraciones, sus ofertas a la ciudadanía,… y te das cuenta de que las voces son demasiado pocas y excesivamente repetitivas.
Viene bien dedicar una poco de tiempo a poner en orden los mensajes recibidos y también los no escuchados. Hacer un filtraje de las cosas que estabas esperando escuchar y no han llegado a salir a la luz de los intervinientes y aquellas otras que no esperabas escuchar y te han sorprendido.
En ese sentido sí que me apetece Compartir con vosotros la sorpresa que me he llevado al descubrir que los temas sobre lo que más me interesaba conocer la posición de las diferentes corrientes políticas prácticamente no han tenido el empaque por mí deseado.
He escuchado muchas intervenciones hablando de cifras pero muy pocas de personas, han hablado mucho de territorio pero poco de universalidad, han hablado mucho de búsqueda de crecimiento económico pero no he escuchado hablar de “a costa de quién” se va a realizar, he escuchado hablar poco de educación y casi siempre el objetivo final era educar “para producir” pero a nadie, al menos de las grandes siglas, les he escuchado hablar de forjar personalidades fuertes, comprometidas, intuitivas,… Es verdad que he escuchado, leído, bastantes cosas pero son bastantes más las que he echado de menos.
Y si es verdad que he echado en falta algunos temas, otros me han dolido, incluso irritado, desde su mismo planteamiento. Pongo algunos ejemplos:
.- el cuidado y mejora del medio ambiente será una realidad poniendo más dinero encima de la mesa… en lugar de cambiar actitudes personales y comunitarias y renunciando a ciertos privilegios auto-otorgados;
.- la justicia no funciona por falta de presupuesto… sin entrar a valorar la falta de ética y la utilización torticera de la que debe ser una de las bases sólidas de la sociedad;
.- proponer que la solución del problema, de la vergüenza, del paro sea realizar una nueva reforma laboral “a mi modo y manera”… pero sin escuchar ninguna reflexión sobre el papel del trabajo en una sociedad que se desarrolla a una velocidad que todo lo aplasta y que necesita soluciones de hoy para hoy;
.- declaraciones sobre los inmigrantes por las que deberían estar encarcelados quienes son capaces de vociferarlas, aquellos que simplemente ignoran o hablan de ellos sólo como “números necesarios” para engordar las estadísticas oficiales… simplemente noo es necesario preguntarse por sus necesidades, por sus valores y culturas, por sus aspiraciones y derechos, por sus familias y sus pueblos, por… Números, sólo números, para tapar mis necesidades.
.- …
Estoy pensando que voy a dejar que se vaya acabando esta “jornada de reflexión oficial” con el compromiso de seguir reflexionando a diario sin que nadie me lo exija ni nadie me lo planifique. Eso sí. Mañana votaré para cumplir con mi derecho y deber de ciudadano y lo haré feliz por tener la posibilidad de expresar mi parecer.

sábado, 20 de abril de 2019

MAÑANA DE SÁBADO SANTO
A cuenta de la Religiosidad Popular


No es mi intención en esta “mañana santa” realizar un análisis ni una valoración sesuda de la realidad, necesidad u oportunidad de la Religiosidad Popular en nuestra sociedad y su sentido a la hora de vivir nuestra fe. Ya hay muchos estudios y muchas valoraciones de la misma.
Solo quiero constatar lo agradable y edificante que es acercarse a las expresión de esa Religiosidad sin “corsés” previos, tantas veces instalados en nuestras estructuras mentales y que no dejan espacio a la vivencia y expresión de lo que nuestro corazón siente.

Ver el cariño con el que la encargada de turno le cambia a la imagen de la Dolorosa su “traje diario” por el “traje de fiesta”, ver el cariño con el que el emigrante se agarra a la Cruz de Jesús, sentir la emoción de la señora mayor que “presta su pie” para recordar el gesto de Jesús en su cena de despedida, la mimada preparación de los detalles de las procesiones, sentir que el silencio de las celebraciones es un silencio preñado de sentimientos,…
No siempre son las expresiones encorsetadas de la liturgia las que hacen surgir los sentimientos profundos de las personas. Muchas veces, también en la Semana Santa, lo que no tiene demasiada importancia en “lo oficial” es lo que hace vivir el sentido más profundo de lo que nos une en la celebración.
Respeto a lo que vive, y siente, el hermano y abrir nuestro corazón cada día para poder recibir su “lección” son actitudes que nos enriquecerán y nos hará sentirnos realmente “prójimos” de quien está “próximo”.

No es día de muchas palabras la mañana del Sábado Santo. La Iglesia entera estamos a la espera de la gran fiesta pascual mientras compartimos el dolor de la Madre que ha perdido el hijo de una manera injustificable, la frustración de quienes dejaron su trabajo y su familia por seguir a Jesús, del pueblo sencillo que por fin había conocido al Mesías esperado,… y mientras nos encontramos especialmente unidos a los crucificados de nuestro tiempo… Son multitud.
Una mañana dolorosa pero esperanzada.

sábado, 13 de abril de 2019


AMOR
El eje central de la Semana Santa

No quiero caer en la tentación de resumir el calado de la Semana Santa en una sola palabra. Sé que se trata de un objetivo llamado al fracaso. Es tal la riqueza de estas jornadas próximas que puede parecer reduccionista resumir en un palabra todo su sentido.
Sin embargo, también es verdad que la palabra no es una palabra cualquiera.
Se trata de un vocablo único: Amor. Ni más ni menos. Y no me parece reduccionista ponerse como objetivo principal descubrir, y vivir, la presencia del Amor en su máxima expresión a lo largo de los días de la Semana Santa. Si fuéramos capaces de hacerlo… la Semana Santa se habrá convertido en una maravillosa experiencia de encuentro con Dios-Amor y con los Hermanos-Prójimos.
Amor en las personas que “alfombran” la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a pesar de que no era nada fácil posicionarse a favor del Nazareno y mucho menos gritar: “¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor!”.No estaba el ambiente en las esferas políticas y religiosas como para andar proclamando la realeza de Jesús. 
Amor en la Cena de despedida con sus “compañeros de fatigas”, Amor al ver a un Jesús que se arrodilla y lava los pies a sus discípulos, Amor de un Jesús que insiste en quedarse con nosotros a través de un poco pan y una copa de vino, Amor a Dios Padre al cumplir su voluntad, no sin momentos de angustia en el Monte de los Olivos,…
Amor que es necesario descubrir en los lamentos de Pedro al reconocer su negación al cantar el gallo por tercera vez o en las lágrimas de las mujeres de Jerusalén que son espectadoras activas en las caídas de Jesús bajo el peso de la Cruz. El Cirineo, la Verónica, María Magdalena, Juan,…
Amor expresado con lágrimas en los ojos de una Madre que ve la injusticia que están haciendo con su hijo en un juicio amañado, torturas incluidas, y cuyo camino es, irremediablemente, la subida al Gólgota.
Amor, sin muchas palabras pero cargado de contenido, de un Jesús que desde la Cruz nos deja a María como Madre nuestra. También tuya y mía. Amor confiado en un Padre al que grita: “En tus manos encomiendo tu Espíritu”,…
Amor, en su máxima expresión, de un Dios Padre, tantas veces presentado por Jesús, que no abandona a su hijo y que hace posible su Resurrección, la Resurrección de todos sus hijos, como prueba ineludible de su compromiso de Amor Infinito a toda la Humanidad. ¿Acaso no es una manifestación inmensa de Amor la apuesta de este Dios de la Vida?
Un Amor que nos libera de la muerte y, por supuesto, de todas las demás cosas que no nos dejan ser felices. De todas esas “mochilas” que nos vamos poniendo, y nos van poniendo, y hacen que nuestro caminar sea pesado, cansino y nada atrayente.
Paree que tras la Resurrección de Jesús, debiéramos saber vivir desde ese Amor Liberador que nos haga sentirnos felices desde que ponemos el pie en el suelo a las mañanas hasta que nos acostamos. Amor que ha de convertirse en el eje sobre el que pivotar nuestras ilusiones y esperanzas, nuestros esfuerzos y fracasos,...
Amor en tantas personas sencillas y en tantos pueblos que estos días son capaces de expresar ese sentimiento de mil y un maneras: celebraciones, procesiones, cantos, trompetas y tambores,... Vestidos para la ocasión,… tradiciones gastronómicas o bailes propios de estas fechas.
No es posible agotar el listado de todas las manifestaciones de Amor que, de una manera u otra, vamos a tener la oportunidad de disfrutar a lo largo de esta Semana Santa pero sí quiero aprovechar la ocasión para invitaros a que pongamos todo lo necesario para gozar, para no repetir sino actualizar, para “sacar todo el jugo” a estos días tan especiales,… para crecer en nuestro Amor a Dios y en el Amor a los hermanos.
¡¡¡Feliz Semana Santa 2019!!!





RETOMAR EL EJERCICIO  DE
“COMPARTIR SIN PRISA”

Ha pasado casi un Año Litúrgico, ha pasado algo más de un año natural,… y, de nuevo, retomo este espacio con el mismo objetivo desde su comienzo: “Compartir sin prisa”. Compartir algunas de las cosas que me apetece poner por escrito con personas a las que aprecio.

Algunas circunstancias vitales han hecho que este espacio de silencio haya sido demasiado largo… pero a veces es necesario hacer opciones que conllevan “efectos colaterales” y, como todos sabemos, no siempre  se puede hacer lo que a uno más le apetece… ni tampoco es lo más “sano”.
Seguiré “compartiendo” sin ningún ritmo estipulado, seguiré “compartiendo” aquello que más me apetezca, seguiré “compartiendo” lo que crea que pueda tener algún interés para aquellos que habéis expresado vuestra voluntad de “compartir”, intentaré seguir mimando la imagen,…, seguiré equivocándome,…
Es decir, sin demasiados cambios de lo que hasta el año pasado fue este espacio de encuentro, “sin prisa”. Más de 14.000 visitas al blog… habla de que “no todo se hacía mal”. No me importa el número… pero sí intentaré que siga siento un espacio para “COMPARTIR” y, no menos importante, “SIN PRISA”.

Es verdad que mi actual “espacio vital” es diferente al de los últimos años y seguramente plasmaré asuntos diferentes que son los actualmente ocupan mi día a día… Una nueva experiencia que “Compartir” con todos vosotros.
Deseo que todos nos encontremos a gusto y disfrutemos.