Imagen del cartel |
Esta semana pasada, junto a la
carretera que utilizamos muchos de los lectores de este blog, hemos sido
espectadores de la colocación de un cartel que nos anuncia el objetivo final de
las obras que, desde el verano, se están realizando junto a la casa-madre de la
Fundación Alday en Respaldiza. Cartel que nos anuncia la construcción de una
nueva residencia promovida por esta centenaria institución ayalesa.
Han pasado muchos años (1898)
desde que una familia acaudalada y amante de Ayala y sus gentes decidió dedicar
todos sus bienes a la beneficencia en su tierra querida. Para ello se creó la Fundación Alday que hasta hoy, con algunos altibajos,
con aciertos y equivocaciones, ha cumplido una función asistencial a muchas
personas de nuestra Tierra: asilo, escuelas, hospital, becas, alimentos, ropa, residencia, centro de día,… No se creó para mirarse a sí misma sino a los
necesitados y ese es el rumbo en el que quiere continuar. La nueva residencia es
una muestra clara de la actualidad de sus ideales y de la necesidad de su
presencia en nuestra realidad.
La Fundación Alday mantiene los
mismos principios y objetivos generales que impulsaron su origen y pretende
adecuarse a la realidad en la que hoy debe continuar su labor: apoyo a quienes
lo necesiten en Ayala y su Comarca o en cualquier otro lugar. Parece obvio que
los ancianos y las familias que no pueden atender como quisieran a sus
familiares queridos necesitan recursos que les ayuden. La Fundación quiere
escuchar ese requerimiento de apoyo y en el cartel se nos anuncia una nueva
residencia con un edificio moderno pensado para servir a las personas de la
mejor manera posible y con unas instalaciones acordes a los tiempos presentes.
La Fundación es consciente de
que lo más importante de la Nueva Residencia no va a ser el lugar en el que se
va a prestar el servicio, aunque vaya a ayudar mucho, sino que lo más
importante van a ser las personas que van a prestar ese servicio y está
comprometida en poner todos los medios necesarios para conseguir una plantilla
bien capacitada y comprometida con los fines fundacionales. Este compromiso no
parte de cero. La actual residencia ya cuenta con una plantilla comprometida y
con ganas de avanzar en su profesionalidad y en su compromiso.
Han sido muchos los obstáculos a
superar hasta llegar a ver personas y máquinas trabajando en este proyecto, sin
duda, ilusionante para muchos. Es cierto que algunas personas no han creído en el
proyecto y han expresado, con palabras y hechos, su disconformidad. Nadie dijo
que iba a ser sencillo. Esperamos que la realidad de la Nueva Residencia Alday aúne
ilusiones, esperanzas y, sobre todo, servicio a quienes lo necesiten.
Seguiremos con ilusión el
desarrollo del nuevo edificio y nunca dejaremos de estar agradecidos a quienes
decidieron dedicar sus bienes a los demás y a quienes han hecho posible que la
Fundación Alday haya llegado hasta nuestros días.
Estado de las obras. Foto: J.M. Castillo |
Felicitaciones una gran obra muy importante un ejemplo de trabajo y de organización de la comunidad mucho ánimo para seguir adelante y un ejemplo para otras zonas y pueblos donde podemos mirarnos
ResponderEliminarEs grato trabajar en este equipo donde lo importante son las personas y no los bienes materiales.
ResponderEliminarUna magnfica obra, felicitaciones a todos los que están colaborando.
ResponderEliminarPor desgracia, en los tiempos que corren, cada vez son mas infrecuentes Entidades que se dediquen altruistamente a los demás. Máxime si son mas que centenarias. Su espíritu entronca a la perfección con el evangelio de este Domingo día 26."No podéis servir a Dios y al dinero". Mi máximo respeto y admiración por entidades como esta. Los catalanes llaman a los mayores "gente grande". En los países africanos se otorga un gran valor a las personas mayores como fuente de experiencia y sabiduría. Ellos hicieron mucho por construir la sociedad que disfrutamos. No tuvieron una vida fácil ni llena de oportunidades. Devolverles un poquito de respeto, cariño y dignidad es lo mínimo que se puede hacer. Como dice el refrán; "Es de bien nacidos ser agradecido".
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