jueves, 23 de febrero de 2017

Un cartel...

Imagen del cartel
Esta semana pasada, junto a la carretera que utilizamos muchos de los lectores de este blog, hemos sido espectadores de la colocación de un cartel que nos anuncia el objetivo final de las obras que, desde el verano, se están realizando junto a la casa-madre de la Fundación Alday en Respaldiza. Cartel que nos anuncia la construcción de una nueva residencia promovida por esta centenaria institución ayalesa.
Han pasado muchos años (1898) desde que una familia acaudalada y amante de Ayala y sus gentes decidió dedicar todos sus bienes a la beneficencia en su tierra querida. Para ello se creó la Fundación Alday que hasta hoy, con algunos altibajos, con aciertos y equivocaciones, ha cumplido una función asistencial a muchas personas de nuestra Tierra: asilo, escuelas, hospital, becas, alimentos, ropa, residencia, centro de día,… No se creó para mirarse a sí misma sino a los necesitados y ese es el rumbo en el que quiere continuar. La nueva residencia es una muestra clara de la actualidad de sus ideales y de la necesidad de su presencia en nuestra realidad.
La Fundación Alday mantiene los mismos principios y objetivos generales que impulsaron su origen y pretende adecuarse a la realidad en la que hoy debe continuar su labor: apoyo a quienes lo necesiten en Ayala y su Comarca o en cualquier otro lugar. Parece obvio que los ancianos y las familias que no pueden atender como quisieran a sus familiares queridos necesitan recursos que les ayuden. La Fundación quiere escuchar ese requerimiento de apoyo y en el cartel se nos anuncia una nueva residencia con un edificio moderno pensado para servir a las personas de la mejor manera posible y con unas instalaciones acordes a los tiempos presentes.
La Fundación es consciente de que lo más importante de la Nueva Residencia no va a ser el lugar en el que se va a prestar el servicio, aunque vaya a ayudar mucho, sino que lo más importante van a ser las personas que van a prestar ese servicio y está comprometida en poner todos los medios necesarios para conseguir una plantilla bien capacitada y comprometida con los fines fundacionales. Este compromiso no parte de cero. La actual residencia ya cuenta con una plantilla comprometida y con ganas de avanzar en su profesionalidad y en su compromiso.
Han sido muchos los obstáculos a superar hasta llegar a ver personas y máquinas trabajando en este proyecto, sin duda, ilusionante para muchos. Es cierto que algunas personas no han creído en el proyecto y han expresado, con palabras y hechos, su disconformidad. Nadie dijo que iba a ser sencillo. Esperamos que la realidad de la Nueva Residencia Alday aúne ilusiones, esperanzas y, sobre todo, servicio a quienes lo necesiten.
Seguiremos con ilusión el desarrollo del nuevo edificio y nunca dejaremos de estar agradecidos a quienes decidieron dedicar sus bienes a los demás y a quienes han hecho posible que la Fundación Alday haya llegado hasta nuestros días.
Estado de las obras. Foto: J.M. Castillo

4 comentarios:

  1. Felicitaciones una gran obra muy importante un ejemplo de trabajo y de organización de la comunidad mucho ánimo para seguir adelante y un ejemplo para otras zonas y pueblos donde podemos mirarnos

    ResponderEliminar
  2. Es grato trabajar en este equipo donde lo importante son las personas y no los bienes materiales.

    ResponderEliminar
  3. Una magnfica obra, felicitaciones a todos los que están colaborando.

    ResponderEliminar
  4. Por desgracia, en los tiempos que corren, cada vez son mas infrecuentes Entidades que se dediquen altruistamente a los demás. Máxime si son mas que centenarias. Su espíritu entronca a la perfección con el evangelio de este Domingo día 26."No podéis servir a Dios y al dinero". Mi máximo respeto y admiración por entidades como esta. Los catalanes llaman a los mayores "gente grande". En los países africanos se otorga un gran valor a las personas mayores como fuente de experiencia y sabiduría. Ellos hicieron mucho por construir la sociedad que disfrutamos. No tuvieron una vida fácil ni llena de oportunidades. Devolverles un poquito de respeto, cariño y dignidad es lo mínimo que se puede hacer. Como dice el refrán; "Es de bien nacidos ser agradecido".

    ResponderEliminar