Según ha comenzado el año parece que vamos a tener que darle muchas vueltas a la cabeza, "devanarse los sesos", para encontrar motivos de esperanza, pero es necesario hacerlo... y se hará.
La política más cercana no da a entender que vaya a dejar de ser un "patio de gallitos" pegándose en cada momento, aprovechando cualquier ocasión para beneficio propio. En la política un poco más lejana tampoco se notan aires diferentes a los del año pasado. Miras a Latinoamerica y te encuentras con el mismo poco respeto a la democracia ya conocido y denunciado. Si miras más arriba tenemos a un inmediato presidente que da más miedo que tranquilidad. Miras a Asia y... Miras a África y... Cuesta bastante encontrar motivos de esperanza.
Echar una mirada a las situaciones bélicas en desarrollo conlleva volver a "devanarse los sesos" para lograr ver una salida "digna" a todas ellas. No sólo de las que estamos informados a diario (Rusia-Ucrania, Israel contra todos los vecinos, Sudán,...) sino también aquellas que ocupan poco lugar en nuestros canales ordinarios de información (Yemen, Haití, guerra del narcotráfico,...) ¿Qué hacer para que la violencia contra el hermano deje de ser una opción para enriquecerse unos pocos a costa de la muerte y desarraigo de millones de personas? Sí tengo claro, y tengo esperanza de que así sea, que hay que dejar de "poner números" a los conflictos armados (el número de conflictos, kilómetros ganados o perdidos, la cantidad de muertos, heridos y desplazados, millones de dólares utilizados para "matar más y mejor",...) Hay que hablar de otras cosas más importantes y, sobre todo, más de las personas que soportan estas guerras y menos de quienes las provocan y de quienes se vanaglorian de tener las mejores herramientas para matar y aniquilar pueblos, ciudades y, si hace falta, países.
También hay que "devanarse los sesos" para hacer que el protagonismo de nuestra vida diaria no siga siendo la gran-macro-economía y no seamos capaces de que sean las necesidades de las personas las que "dirijan" la economía. Me cuesta entender que esto no se dé por hecho. En los pasados días hemos vuelto a tener ejemplos muy claros. Subidas de las pensiones y... subidas de alimentos de primera necesidad. Precios máximos de la luz porque, dicen, hay "más demanda". Pues si la gente necesita más energía por el frío, ¿no habría que hacer un esfuerzo para poner esa corriente a un precio más asequible? No. ¿Necesitas más? Te cobro mucho más... No es que no haya energía, sino que porque la necesitas más... te la cobro a lo que me parece. Y se quedan tan tranquilos.
No soy negativo pero sí me parece que hay que "devanarse los sesos" para intentar dar pasos hacia un mundo más basado en las personas, en el corazón de las personas, y en sus necesidades básicas y dejar de obsesionarse por el "ser más que..." y "tener más que...". No soy, ni quiero ser, "profesor de nada ni de nadie" pero sí creo que debemos dejar de utilizar tantos números y estadísticas y pensar un poco más en las personas, en el corazón de las personas. Cuando salen bien los grandes números de los Estadistas o de las grandes Empresas... no siempre tiene un reflejo directo en la vida de quienes peor les van las cosas.
Termino con una referencia a la imagen que hace de portada a esta reflexión compartida con vosotros. Es importante que los pasos a dar, las discusiones que haya que cruzar, los pactos a realizar,... siempre se hagan con un un buen semblante y desechando actitudes impropias de quien busca el bien de la Sociedad. Por favor.
Perdón por la "verborrea digital" (de los dedos). Hasta la siguiente ocasión.