Se ha hecho de rogar…pero por fin llegó el espectáculo anual
del otoño. Pasan tantas cosas y tan bellas que es difícil poder gozar de todas
y cada una de ellas pero seríamos muy insensibles si no fuéramos capaces de
gozar, al menos, de algunas de ellas.
Cada
árbol que se despide de sus hojas regalándonos un espectáculo de colores y
texturas, las bayas de los arbustos que ofrecen sus frutos a los animales que
se preparan para el invierno, los ríos que comienzan a recobrar sus cauces
castigados por el estío, los manantiales que recobran su vigor a través de las
fuentes y alimentan los humildes regatos, los griteríos que hemos podido
escuchar de esas aves migratorias que se afanan por escapar de los fríos
norteños, las chimeneas que human y evidencian el “calor del hogar”,…
Sirva
esta espontánea imagen como agradecimiento e invitación a gozar del regalo recibido…muchas
veces sin merecerlo.
Eskerrik asko, Ritxar, por ese dedo tuyo mágico que sabe disparar en el momento preciso, y por ese visor capaz de concentrar el mundo en una imagen y, sobre todo, por esa capacidad de captar el espíritu profundo de la cosas, de la naturaleza y de la vida, y por compartirlo con nosotros y ayudarnos a descubrirlo y disfrutarlo.
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