sábado, 25 de noviembre de 2017

"Benditos de mi Padre"


"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme."
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?"
Y el rey les dirá:
"Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." (Mateo 25, 34-40)

Para las Eucaristías de este último domingo del ciclo litúrgico se nos ofrece como Palabra de Dios este evangelio que, como siempre, pretende ser luz para quienes nos acercamos a ella con el corazón abierto a escuchar su mensaje y dispuestos a que tenga consecuencias concretas en nuestra manera de hacer las cosas y de relacionarnos con nuestros hermanos.
Dejando para otra ocasión las explicaciones exegéticas, siempre interesantes y necesarias, me parece que es un texto que los creyentes debiéramos ofrecerlo como un regalo a quienes siguen creyendo que con poder y “cartillas con muchos ceros” van a alcanzar la perseguida felicidad. Duele descubrir a diario cómo las personas nos vamos amoldando a la llamada de la sociedad del dinero y del poder y nos vamos alejando cada vez más de la fraternidad y el apoyo mutuo. Da la impresión de que hemos dejado que sean las instituciones las que atiendan a las personas necesitadas sin asumir nuestra responsabilidad, personal e intransferible, de acompañar en el dolor al que sufre o paliar sus necesidades en la medida de nuestras posibilidades. “Ya pago mis impuestos… ahora es la Diputación o el Gobierno o…”.
Lo que más me sorprende de esta situación es que todos tenemos experiencia, no es que nos lo hayan contado, que cada vez que atendemos al hermano necesitado encontramos la paz interior y la felicidad y, también desde la experiencia, cuando nos mecemos en la hamaca del dinero y del amontonar los sobresaltos y los problemas son reincidentes y los queremos arreglar con más dinero y hacemos cosas insospechadas por solucionar esos problemas con más bienes materiales y más, y más… y entramos en una espiral sin salida cuyos resultados también conocemos. Y sabemos, porque lo sabemos, que el bolsillo nunca nos va a conseguir la felicidad pretendida. Nadie nos lo tiene que contar, lo vemos todos los días a poco que dediquemos unos segundos a analizar nuestro mundo y también en personas concretas, conocidos nuestros, incluso lo hemos podido padecer en nuestras propias casas y en nuestras propias carnes.
Si es cierto, si tenemos experiencia, que nos hace ser más felices atender al que tiene hambre o sed, o le falta casa o vestido, o está enfermo o preso,… ¿por qué nos empeñamos en insistir en otros caminos de breve recorrido satisfactorio? ¿Será porque nuestro mundo “está engrasado” con el vil dinero? ¿Será que es “la moda”, lo que se lleva? ¿Será que nos creemos “lo más importante del universo” y no nos hace falta nadie alrededor más que “mis servidores”? ¿Será que…? ¿Qué será?
“Benditos de mi Padre”, conviene hacer caso a la llamada de Jesús a “dar de comer, beber, vestir,…” no solo como una exigencia sino, sobre todo, como una oferta para alcanzar la felicidad buscada y deseada por cada una de las personas que componemos la humanidad. ¿Sólo es una oferta para los cristianos? No, no. Se trata de una oferta universal, es un camino abierto para todos, nada exclusivista.
Cuando las líneas del evangelio son tan claras, contundentes y prácticas sobra hacer muchos más comentarios pero sí merece la pena encontrar momentos para analizar nuestra vida, para descubrir en dónde nos encontramos, hacia dónde nos dirigimos y si el camino en el que estamos es el que realmente queremos recorrer…

2 comentarios:

  1. Es una obviedad que, una vez cubiertas las necesidades básicas, el dinero no es la clave de la felicidad. Antes al contrario. Hay bastantes ricos amargados. Ocupados en amasar mas y mas riqueza y en no perderla. Solo hay que ver las caras de muchas personas pertenecientes al denominado "primer mundo" y compararlas con las de otras asignadas al mal llamado "tercer mundo". Se aprecia claramente en el semblante de los niños. En muchos países africanos, con las carencias bien patentes, las criaturas sonríen y se divierten con cualquier cosa. Hay un gran sentimiento de fraternidad, solidaridad y pertenencia a la comunidad. En nuestra sociedad, donde en líneas generales tienen de todo, siempre quieren más y nunca están satisfechos. Estamos inmersos cada vez más en la sociedad del "tener" y no del "ser". El dinero puede hacer que nos sintamos mas felices si lo utilizamos para ayudar a otros. El evangelio del último Domingo del año litúrgico previo al tiempo de Adviento (festividad de Cristo Rey) no precisa de grandes dotes hermeneúticas. Es prístino como el agua. Se nos valorará según nuestras obras. Ya dijo Jesucristo que su reino no era de este mundo y que no se puede servir a Dios y al dinero. Apliquémonos el cuento. Yo el primero. Feliz tiempo de Adviento. Que nos sirva para prepararnos para la Natividad del Señor que otorga sentido a nuestras vidas, nos hizo a su imagen y semejanza y nos concedió el enorme privilegio totalmente inmerecido de ser hijos suyos. No le defraudemos.

    ResponderEliminar
  2. Hola, ¿Quieres unirte a los Illuminati y ser rico, famoso y poderoso? para el resto de tu vida ? ¡Beneficios otorgados a los nuevos miembros que se unen a la Hermandad Illuminati!
    en su cuenta bancaria $ 50,000,000USD ......
    Salario semanal $ 600,000USD .........
    El valor de un auto a $ 400,000USD .......
    Contrato de adjudicación por valor de $ 200,000,000USD .......
    Una casa en cualquier país de su elección. Y una visa gratis para el país de tus sueños. ¿Cambios totales de estilo de vida? si está interesado, WhatsApp en: +2348147226753 , O envíenos un correo electrónico a: illuminatitemle666@gmail.com , para que podamos comenzar el proceso de unión.

    ResponderEliminar