Y es que es verdad que todos tenemos, muchas o pocas, buenas experiencias en "el bar" y seguimos teniéndolas en muchas ocasiones. También recordamos algunas que...
Es cierto que en los últimos años han cambiado mucho esos lugares a los que el grupo "Gabinete Caligari" dedicó aquella exitosas canción: "Al calor del amor en un bar... "Bares, qué lugares...", decían. Cada vez quedan menos "bares de los de antes" y cada vez más encontramos locales muy bien "arregladitos", extraordinariamente limpios y sin aquellos humos que nos hacían "viajar a Londres" y sus "densas y pestosas" nieblas.
Hoy, y sobre todo desde la pandemia, muchos de estos locales luchan por conseguir el máximo terreno de nuestras aceras y plazas, normalmente cuidan con esmero la decoración y, a veces, también la limpieza y la atención. Da la impresión que tienen prisa por hacerse con el espacio público aunque tengan que pagar algunos impuestos más. Parece que es rentable...
Sin embargo, también tengo que reconocer que cuando vi el cartel me acordé del dolor que, en no pocas ocasiones, se vive en los bares. La soledad "no deseada", el alcoholismo, amistades "poco recomendables", ludopatías, sustancias prohibidas que corren con normalidad y como si fueran inocuas,... Eso también son los bares y me duele que haya personas que pasen más horas en esos locales que con sus hijos o con su espos@.
Es cierto que quedamos y disfrutamos mucho con los amigos en el bar, es verdad que ampliamos nuestra vida social en un ambiente agradable, es verdad que ambientan nuestros pueblos y ciudades y que son responsables de muchos puestos de trabajo... pero no es menos cierto que hay historias muy dolorosas ante las que no es posible cerrar los ojos.
Por tanto,... permitidme que ponga un poco en duda la frase de la imagen que hoy me sirve para Compartir con vosotr@s estas pocas líneas: "No siempre viene bien el Bar".
Hasta la siguiente ocasión.
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