viernes, 12 de agosto de 2016

Imagen para leer 2


Dedica un minuto a leer la imagen antes de continuar

Basta abrir los ojos cuando estás en contacto con la naturaleza para gozar de espectáculos difíciles de reproducir en una sola imagen. Da lo mismo que pongas la mejor de tus intenciones, que apliques todos tus conocimientos de la técnica fotográfica, que agotes todas tus reservas de paciencia,… Nunca consigues que una imagen plasme lo que la naturaleza te regala.
Es por eso que cuando te paras a ver la fotografía en el ordenador ya no importa tanto la foto en sí cuanto el lugar en el que la has tomado, el momento reflejado y lo vivido y reflexionado mientras intentabas captar la imagen. Es una segunda ocasión de gozar de la fotografía que no me apetece perdérmela. Mi intención con esta entrada es “compartir sin prisa” con vosotros esta segunda lectura de la  imagen e invitaros a que realicéis el mismo ejercicio.
La imagen de hoy se trata de uno de los mayores espectáculos que la naturaleza te regala en esta época del año. Un espectáculo casi inapreciable por lo liviano del actor pero cargado de belleza, de fragilidad, de dulzura, de siglos y siglos de evolución, de… Puedes continuar la lista...
Es cierto que a la protagonista de la imagen le falta unos detalles en su ala izquierda y que si miras despacio también encontrarás que le falta uno de sus “timones de cola”. ¿Es menos bella porque no es perfecta? Es evidente que su vuelo no era tan perfecto como el de su compañera que también merodeaba por las mismas hierbas pero… ¿cuántas “mariposas imperfectas” conoces que revolotean a tu alrededor? ¿Sus imperfecciones te impiden gozar de su belleza?...
Hace años se hizo famosa la frase de que “la arruga es bella” y hoy me apetece invitaros a que disfrutéis de las “imperfecciones” de la mariposa de la foto y de las “imperfecciones” de quienes os rodean.

Que os vaya bien en el intento.

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