Siempre que se acerca la Navidad y las navidades se producen una serie de sentimientos, no sé si encontrados, pero sí, al menos, difíciles de compaginar.
Por una parte, se llenan las calles de luces, las televisiones de propuestas consumistas, los compañeros de trabajo cenan juntos, las fiestas y costumbres "ultramodernas" se convierten en "casi" imprescindibles, "tiene que nevar" porque quienes "viven" de ella la necesitan,... La sociedad de consumo en sus expresiones más álgidas. Una realidad que cada año parece que se reinventa "para "no perder músculo"... sea como sea.
Y, por otra parte, cada vez es más complicado hacer llegar el sentido de la Navidad. La gran Noticia de la Navidad. Los tradicionales Belenes parece que estorban en las casas, la luz anunciadora de buenas noticias se convierte en una carrera para fomentar el gasto, las reuniones familiares están condicionadas por los trabajos y por las fiestas preparadas por "los profesionales de la juerga".
Quienes tenemos unos años echamos de menos el ambiente afable, sencillo, festivo de la familia alrededor del humilde Belén al que se le prestaba el lugar "presidencial" de la casa durante estas semanas. Los villancicos mejor o peor entonados pero siempre con alegría compartida, las comidas tradicionales, el detalle recibido en la Fiesta de los Magos,...
Ahora nos toca otro tiempo "cultural", pero eso no quiere decir que tengamos que renunciar, al menos los que lo deseemos, al hecho central de la NAVIDAD. Dios quiere hacerse presente en nuestra casa y, tampoco creo que sea mucho pedir, alimentar la Expectación en las Fiestas preguntándonos por el sentido profundo de lo que se ha celebrado y se celebra,...
Yo, al menos, me atrevo a pedir a quienes leáis estas líneas que no perdamos la capacidad de "Expectación". Celebramos la humanidad de Dios, su voluntad de compartir nuestras luchas y alegrías y de iluminar los caminos por los que "manejarnos" en el dia a día. ¿Acaso no lo necesitamos? ¿No lo necesita nuestro mundo?
La LUZ llega y, aunque no sea lo más deseable, esperémosla, aunque sea sentados, porque, como en la imagen, la Luz quiere entrar, y va a entrar, en nuestra sociedad y en nuestros corazones. Si luego nos estorba pues... Pero al menos... EXPECTACIÓN que no falte.
Un saludo
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