En esta víspera de la jornada en la que se vive la Fiesta del Año Nuevo en una buena parte del mundo, y sin perder ni un ápice de alegría y esperanza, me apetece "Compartir sin prisa" unas pocas líneas y algunas imágenes.
Unas líneas en las que, uniéndonos a la Iglesia Universal,comencemos el Nuevo Año con una mirada puesta en María. Protagonista de la Navidad y de todos y cada uno de nuestros días, como Buena Madre que es. Su manera de aceptar los planes de Dios desde la sencillez y la confianza plena en Él es un espejo en el que debiéramos mirarnos en este Año Nuevo que estamos a punto de estrenar. Creo yo.
Recordarla con un icono, como el de la imagen, me ayuda a expresar un deseo particular: que la unión, y la unificación, de las Iglesias Cristianas, y demás Religiones, se vaya haciendo realidad. Seguro que a todos nos hará mucho bien.
Mi segundo deseo, también compartido con la Iglesia Universal, está relacionado con la Paz. En el primer día del Año Nuevo nos unimos en nuestras celebraciones, de una manera especial, en la Oración por la Paz. Esa Paz tan agredida en nuestros tiempos y a la que no podemos llegar a acostumbrarnos a que sea pisoteada diariamente y con silencio por nuestra parte.
Todos tenemos "frescas" imágenes del triunfo de la violencia por encima de la Justicia, de la Libertad, del Amor, de Compartir, de la Igualdad,...
No podemos ni callarnos ni cruzarnos de brazos, ni, mucho menos, callar ante cualquier atropello contra la Paz. Hacer un Compromiso de Trabajar sin descanso por ella, sin duda, nos hará más felices.
Había pensado en poner una imagen más cruda pero esta imagen me sirve para que nuestra lucha por la Paz sea desde la "Paz interior", el sosiego y la celebración de lo conseguido.
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